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JUAN YÁÑEZ les da la más cordial bienvenida. Es éste otro testimonio de una pasión urbana...esencialmente lo porteño, lo argentino, lo latinoamericano y también el universo todo...

domingo, 24 de enero de 2016

Gustavo Santos: Queremos una Argentina tolerante, la ideología exacerbada se terminó


El nuevo ministro de Turismo de Argentina ofrece, a su llegada a España en el marco de FITUR, un nuevo país. «No se trata de un cambio pendular que va del populismo al neoliberalismo, sino de un cambio equilibrado con una visión desarrollista, e integradora».

El ministro de Turismo de Argentina, Gustavo Santos 
JOSEFINA G. STEGMANN - @jgstegmannMadrid - 24/01/2016 a las 03:53:39h. - Act. a las 16:59:24h.Guardado en: ABC Internacional

Gustavo Santos tiene un marcado acento argentino. Pero no el que se reconoce fácilmente. Si el «porteño» es relativamente fácil de distinguir para los españoles, el acento «cordobés» (de la provincia argentina vecina de Buenos Aires) puede que deje a más de uno perplejo.
Santos es cordobés de nacimiento y de alma. Fue precisamente su intensa labor en el área de turismo de esta provincia (estuvo ocho años al frente de la secretaría de Turismo) lo que lo ha llevado ahora a ejercer la cartera a nivel nacional. «Macri me eligió por ello, fruto de un duro proceso de selección», asegura.
Con años de experiencia y una buena gestión, Santos ha venido a darle un importante «lavado de cara» al país. Su idea, precisamente, es mostrar todas las facetas de Argentina, todas sus provincias, todas sus culturas y divergencias. Se acabó la discriminación por cuestiones políticas. Se acabó también el «castigo» al extranjero que llegaba con una moneda que perdía valor al cruzar la frontera. Se acabó la Argentina aislada, separada de sus vecinos y endeudada.
«Lo que no voy a hacer jamás es discriminar un destino por cuestiones políticas. Córdoba, donde fui ministro, fue el destino más discriminado del país. Antes había enfrentamientos por pensar diferente, ahora queremos una Argentina integrada y tolerante sabiendo que podemos divergir pero manteniéndonos unidos, con políticas de estado. Los argentinos respiran hondo. La ideología exacerbada se terminó», sentencia.
¿Qué ha contado acerca de la Argentina en FITUR, y en España?
Vengo a decirles primero que Argentina cambió, no solamente su gobierno, sino su visión. Es un país que no quiere ser de «unos u otros», sino de «unos y otros». La visión de Macri es la de una Argentina integrada, una Argentina que reencuentre su calidad institucional, su seguridad jurídica, la convivencia entre los argentinos y también, una Argentina que se reinserte nuevamente en el mundo.
Es un país que se ha planteado el objetivo de «pobreza cero», que es un meta que tal vez no alcancemos nunca, pero sí que es un faro, de modo que las acciones de gobierno irán detrás del desarrollo, de la productividad y de la generación de empleo. En ese contexto vengo a España a traer esta visión de una Argentina diversa, vengo a contarle a los españoles, a los europeos y al mundo que hay una Argentina que es casi un continente y que tiene una inmensa riqueza.
Se pueden recorrer esos casi 5.000 kilómetros que van desde Tierra del Fuego, allá en el fin del mundo (como decía el Papa, que fueron a buscarlo al fin del mundo), hasta llegar a la Quiaca, Jujuy, en el límite con Bolivia. Y en ese trayecto no solo nos encontramos con paisajes, climas y culturas diferentes, sino también con formas de vida, modos existenciales. Hay un país por descubrir, profundo, diverso...El sistema de parques nacionales argentino es uno de los más importantes del planeta.
El recorrido del país también incluye la ruta del vino. Ya no es solamente propio de provincias como Mendoza, San Juan, Salta o la Patagonia, también hay vinos en Córdoba, en Tucumán, en Jujuy a casi 3.000 metros de altura.
En el terreno de lo cultural también tiene para mostrar una riqueza extraordinaria, desde la presencia del legado jesuita, que es Patrimonio de la Humanidad, pasando por la huella europea.
¿Qué prototipos quiere romper respecto a la visión que se tiene de Argentina?
La Argentina no es unívoca. Siempre se ha sabido que tenemos la mejor carne, buenos vinos, buen fútbol, el tango...Pero también tenemos folclore, quiero que conozcan nuestros gauchos (campesino pampeano), nuestros parques naturales, las cataratas del Iguazú, las regiones de Cuyo con su desarrollo enoturístico, que conozcan los valles calchaquíes, las zonas de La Rioja, el Valle de la Luna en San Juan, que son lugares mágicos.
El Parque Iberá, que cuenta con 700.000 hectáreas y comprende una de las mayores reservas de biodiversidad del mundo.
Para un europeo, acostumbrado a una fuerte presencia urbana, Argentina puede ser un destino prometedor. Se puede entrar por Buenos Aires, pero a partir de allí hay un país que enriquece el tradicional viaje a la capital.
¿Cómo han beneficiado las nuevas medidas económicas al extranjero? El levantamiento del cepo, por ejemplo…(El cepo cambiario nace en Argentina en 2011 por el aumento de la llamada «fuga de capitales», es decir, la compra de divisas extranjeras, sobre todo de dólares, por familias y empresas. El gobierno kirchnerista impuso medidas restrictivas para detener esa compra y evitar así que se devalúe el peso)
Hemos unificado el cambio (Argentina tenía cinco tipos distintos de dólares). Ahora, al haber levantado el cepo estamos ante una situación ventajosa y competitiva para el euro y el dólar. Antes había que ir a un mercado negro (las llamadas «cuevas») con las inseguridades que ello implicaba. Hoy, con tu tarjeta vas a pagar y tu moneda vale lo que tiene que valer. Antes, solo se usaba efectivo porque con tarjeta la moneda valía un 50 por ciento menos. La Argentina no ofrecía normalidad.
Otra medida relevante ha sido la de la reinserción en mercado del crédito, siendo ahora un país confiable para las inversiones. Los inversores extranjeros que quieran invertir podrán retirar sus utilidades.
También hay equilibrio ambiental y social. América no sufre terrorismo ni luchas étnicas. En términos macro, nuestro continente es promisorio y cuenta con muchos recursos (agua, petróleo, gas).
Un acuerdo razonable con los fondos buitre también va a favorecer porque terminamos con una situación de deudores y ahora pasamos a ser una nación seria política y económicamente convirtiéndose en un país modelo para vivir, visitar e invertir.
¿Es fácil cambiar la imagen del país después de 12 años de kirchenismo?
Llegó el cambio. Nuestra propuesta se llamaba Cambiemos y es un cambio real. Pero además no se trata de un cambio pendular que va del populismo al neoliberalismo, sino de un cambio equilibrado con una visión desarrollista, integradora, que tiene los pies en la tierra y sentido común.
El primer día que nos reunimos el presidente pidió cuatro cosas: Primero, dedicación absoluta. «El que no esté dispuesto a trabajar, incluso todo el día, que lo diga ahora antes de jurar», nos dijo. Segundo, pidió que se trabaje en equipo. Aquí no hay estrellas, todos están muy formados. Nos pidió, de hecho, que nos conociéramos entre nosotros: «Queden con sus familias, tomen café, vayan a la cancha, pero no quiero que uno no le atienda a otro el móvil».
Hemos visto ahora un equipo respetuoso, homogéneo e integrado. También pidió que comuniquemos con la palabra, con los gestos: «Sean humildes, vayamos a los ministerios y respetemos a los que trabajan, no importa su perfil». En mi equipo, de hecho, tenemos funcionarios de la gestión anterior y tienen mucho para darle a la Argentina.
El cuarto punto que señaló Macri es la decencia absoluta.
Argentina está muy cara. El dinero no rinde aún viajando con euros o dólares que valen muchos más que el peso. ¿Se le piensa poner remedio?
Primero, el levantamiento del cepo resolverá ese problema. El dinero rendirá más. Pero además, tomaremos medidas que se están evaluando también en Finanzas e Industria que buscan favorecer al turista, como por ejemplo, eliminar el IVA en el alojamiento, aunque se está estudiando.
¿Cual es la herencia respecto a la labor de su predecesor, Enrique Meyer?
Lo que no voy a hacer jamás es discriminar un destino por cuestiones políticas. Córdoba, donde fui ministro, fue el destino más discriminado del país. Lo respeto a Enrique Meyer pero jamás haré lo que hizo. Por el contrario, la instrucción es trabajar en condición de igualdad con todas las provincias, tengan el signo político que tengan. Esa discriminación que había por motivos políticos desaparece para siempre de la agenda argentina.
Antes había enfrentamientos por pensar diferente, ahora queremos una Argentina integrada y tolerante sabiendo que podemos divergir pero manteniéndonos unidos, con políticas de estado. Ese es el gran cambio cultural que en pocos días desde la asunción se empezó a ver. Hay un clima más relajado. Los argentinos respiran hondo. La ideología exacerbada se terminó.
¿Cómo piensan mejorar la situación de Aerolíneas Argentinas y a su vez, atraer a otras compañías aéreas?
Aerolíneas Argentinas mejoró, pero lo hará más. Aerolíneas depende del Ministerio de Transporte y con el ministro venimos trabajando mucho. Durante nuestra gestión queremos duplicar la presencia de cabotaje de Argentina, queremos unir todo el país sin pasar por Buenos Aires, creando nuevos «hubs» (centro de conexión desde el que las grandes aerolíneas reparten su tráfico al resto de aeropuertos). En un país tan extenso no puede haber un solo «hub».
Queremos que haya interconectividad entre destinos con atractivo turístico, comercial...Por ejemplo, el caso de Vaca Muerta de Neuquén (yacimiento de gas de esquisto, el segundo más importante después de Estados Unidos y de petróleo no convencional, cuarto a nivel mundial), que va a provocar un empuje de toda la provincia.
También queremos desarrollar todo el norte del país a nivel turístico, que ahora mismo tiene un desarrollo que está en un 10 por ciento por debajo del desarrollo que tiene el resto del país.
La visión del presidente es una Argentina más equitativa y por eso el plan Belgrano es específico para desarrollar esa zona. El turismo tiene mucho que hacer en ese sentido pero además, hay pueblos enteros que no podrían vivir de otra forma que no sea dependiendo del turismo (Tilcara, Purmamarca…)
En el caso de otras compañías, Iberia retomará rutas latinoamericanas, y espero que aumente su presencia en Argentina. También en el caso de Air Europa. Puede que haya más rutas y también mayores inversiones.
Cuando un extranjero viaja siempre va con temor respecto a los robos. ¿Argentina dejará de ser un destino peligroso?
Queremos garantizar la seguridad del país. Sabemos que en el mundo la seguridad es un valor. Todo el gobierno nacional va a trabajar para consolidar esta imagen de seguridad, de una Argentina vivible en un mundo complicado. Si alcanzamos esto será un diferencial importante a la hora de elegir nuestro país como destino.
En términos comparativos, es seguro. El desarrollo, productividad y empleo generarán mayor seguridad aunque hay que acompañarlo con un sistema preventivo. Hay un replanteo de la policía federal y se hará un trabajo entre todas las provincias del país.
Córdoba ha sido protagonista del triunfo arrollador de Macri en las pasadas elecciones superando a Scioli por 71,5% frente a un 28,49%. ¿Por qué?
Por dos motivos. El primero, es porque a Córdoba se la discriminó de forma tan brutal por pensar diferente que el pueblo reaccionó como tenía que ser. Un pueblo maltratado con énfasis en los últimos seis años reaccionó electoralmente. Y segundo porque Macri representó un planteamiento de país y de valores que iba muy en sintonía con lo que pensaba el cordobés. El cordobés ha sido el que hizo el «Cordobazo» (fuerte movimiento de protesta en 1969 que provocó la caída del presidente de facto, Juan Carlos Onganía), la revolución libertadora, la reforma universitaria. «Para poner un cordobés de rodillas, hay que cortarles las piernas». El contenido de la propuesta de Mauricio cuajó con ese espíritu cordobés. En Córdoba obtuvo una ventaja que fue superior a nivel nacional y así compensó con otras provincias. El voto radical y peronista fue hacia él. Lo eligió una provincia universitaria, que tuvo la primera universidad de la Argentina, crítica, que no es dependiente del empleo público como pasa en otras provincias, que no es dependiente del empleo público y que no se usa para presionar a la hora de votar, que no son feudales como pasa en otros lugares…
¿Cuáles son sus prioridades en materia turística?
Hacer el ministerio más federal de la Argentina. De hecho, la ley de turismo reconoce seis regiones turísticas del país y he conformado mi gabinete con representantes de esas seis regiones. Porque yo no pienso como un porteño, como un patagónico...ni ellos como un cordobés.
También quiero descentralizar el ministerio para que las políticas lleguen en igualdad de condiciones a todas las provincias. Hay que hacer una política de Estado sin discriminar a nadie. Hacer un gran equipo entre lo público y privado. El trabajo mancomunado entre lo público y privado es para mí una convicción.
También pensamos que las diferencias entre los países de la zona no nos tienen que separar sino que agregan valor. Llegó un momento en que las relaciones dependían de la posición política.
Es importante que los mercados de América del Sur trabajen desde un punto de vista más amplio. Además, nosotros somos clientes unos de otros porque el turismo funciona por proximidad.
El Camino del Inca, designada Patrimonio Mundial va desde el norte de Argentina y recorre todos los países andinos. La ruta de los jesuitas incluye a la Argentina, Paraguay, al sur de Brasil, a Bolivia... También las rutas del vino nos integra con Chile y con Uruguay.
Queremos integrar las ciudades Patrimonio de la Humanidad de distintos países...Tenemos un desafío de integrarnos como América del Sur y generar una oferta. La idea es enriquecer también nuestros propios destinos. El gran desafío es mejorar la oferta que tenemos, destinos emergentes, quiero que descubran una Argentina diferente, que los que vivimos ahí sabemos que existe, pero el resto se pierde lugares mágicos.
¿Pensó en usar su experiencia en Córdoba para el país?
Fui elegido por eso, Macri me eligió por la performance de Córdoba después de un duro proceso de selección. Fui ochos años ministro de Córdoba y en esos años hicimos un cambio, un «restyling» de la marca muy fuerte. Apostamos por el desarrollo de la oferta, por destinos que no se conocían. Se generó una nueva línea para los inversores. Generamos 28.000 nuevos puestos de trabajo, y si teníamos en el inicio de la gestión cinco vuelos, por ejemplo, que nos conectaban a Buenos Aires nos retiramos con 15 a Buenos Aires, pero también a distintas Rosario, Jujuy, Bariloche, Mendoza, Chile, Lima, Panamá, Brasil y Miami.